El padre que parió. Definiendo el sexo

¿Cuántos sexos hay?



El Diccionario de la lengua española de la RAE (Real Academia Española), en su vigésimo segunda edición, define sexo como “Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas”. Es decir, se contempla el sexo como una condición orgánica (no social) y que contiene exclusivamente dos variedades (dos sexos): la femenina y la masculina. Pero, ¿es cierto que solamente existen dos variedades de sexo?

La “condición orgánica” excluye lo que algunos llaman sexo social y se refiere exclusivamente al sexo biológico que se divide, fundamentalmente, en sexo cromosómico o genético que es el determinado por los cromosomas presentes en el par 23, sexo gonádico que se determina por la existencia de tejido ovárico y/o testicular y  sexo fenotípico o genital que se muestra en las características de los genitales externos y por el cual se le asigna el sexo social al individuo.

Con el cuadro que se muestra se pone en cuestión la existencia exclusiva de dos sexos (XX para las mujeres y Xy para los varones). Si el sexo social se basa en el sexo biológico, y este está lejos del dimorfismo (en el cuadro pueden apreciarse diez variantes), cuando  “catalogamos” a los seres humanos en dos categorías estamos en la causa del conflicto de identidad sexual de muchos individuos.

En cuanto al sexo genético  es importante señalar que si bien la presencia del cromosoma Y  es, en principio, determinante para la constitución de un macho lo que determina la presencia de testículos es el gen TDF (factor determinante de los testículos). Por lo tanto la traslocación de este gen (para individuos XX) o la supresión (para individuos Xy) supone que se conviertan en hermafroditas genéticos.

Además, la presencia simultánea de dos o más cromosomas X y uno o más cromosomas Y, siendo XXy el genotipo más común da lugar a individuos con el síndrome de Klinefelter que según Robert T. Francoeur (en “Genetics and Sex”, Encyclopaedia of Human Sexuality), uno de cada 500 recién nacidos padece este síndrome, diagnosticado a veces al nacer (por el escaso tamaño de los testículos) pero con más frecuencia en la pubertad por el desarrollo de mamas o ginecomastia. (Aranzadi, J. 2003: 411).

Por otra parte, 1 de 4000 nacidos presentan el síndrome de Turner (XO) con deficiente desarrollo ovárico y de características femeninas secundarias. Otro caso, éste muy infrecuente, (en 1988 estaban registrados 528 a nivel mundial) es el del quimerismo (hermafroditas) cuya composición cromosómica es XX/Xy.

El sexo gonádico es consecuencia del genético pero hay que tener en cuenta que determinadas incidencias hormonales tienen también influencia en él.

Por último, el sexo fenotípico o genital es, como hemos dicho, determinado por el aspecto de los genitales del recién nacido. Pero, el aspecto de los genitales no siempre permite atribuir el sexo social.

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