Entradas

Mostrando entradas de 2020

Cronoteo y su libertad

Cronoteo estaba, un día, parado frente a una luz roja que le “impedía” pasar. Él había salido a pasear porque le apetecía. Como vivía en una democracia liberal su libertad era sagrada y, en teoría, podía hacerlo. Pero aquella luz roja estaba limitando su libertad. Se percató de que su día a día estaba repleto de recomendaciones, órdenes y mandamientos siempre acompañados de reprimendas, sanciones y hasta castigos eternos. Así que se preguntó: ¿soy libre? Buscó respuestas y encontró las siguientes: Hace unos 10.000 años la Revolución agrícola neolítica favoreció el desarrollo de las religiones teístas. Esto supuso el sometimiento de la voluntad de los humanos a la de sacerdotes intolerantes y gobernantes investidos de autoridad divina y de la conducta a rígidas tradiciones. La Revolución científica del siglo XVIII supuso el nacimiento de las “religiones” humanistas. Ahora con el relato liberal, las personas eran libres para pensar por sí mismas y su libertad era sagrada. El huma

Cronoteo es laico

Imagen
Ya te he contado que Cronoteo no creía en los dioses creadores del mundo y de sus leyes. También que había buscado una religión que le guiara en su Tiempo y le resolviera todas sus dudas existenciales, sin encontrarla. Aunque reconocía la bondad de muchos de los mandamientos, prescripciones y consejos de la mayoría de las religiones, las evidencias científicas de su Tiempo le impedían aceptar la posibilidad de la reencarnación, la existencia de un alma independiente del cuerpo o la necesidad de abstenerse de cortar el papel higiénico en sábado, entre otras muchas cosas. Por otra parte, Cronoteo era reacio a aceptar “verdades” procedentes de libros sagrados de procedencia incierta o de sueños de iluminados. Sin embargo, reconocía que fueron una solución para la convivencia de los seres humanos en épocas en que el conocimiento científico era muy limitado. Algunos acusaban a Cronoteo de inmoral y falto de ética por ser laico. Pero lo hacían porque desconocían la existencia del códig

Cronoteo y Coronavirus

Imagen
Cronoteo supo un día que la diosa Enfermedad estaba acabando con la vida de muchos humanos en un país lejano. Las autoridades y los expertos dijeron que no pasaba nada y no hicieron nada al respecto. Sin embargo, pasados pocos meses, el enviado de Enfermedad , un tal Coronavirus , empezó a segar muchas vidas en su propio país. Enfermedad se frotaba las manos porque Coronavirus estaba resultando un arma muy eficiente que, en colaboración con otros agentes, como Inmunodeficiencia , había conseguido el preciado grado de pandemia. Por otra parte, la diosa Muerte permanecía impasible; sabía que todo era cuestión de Tiempo . La batalla que los humanos libraban contra su subordinada, Enfermedad , era solo una parte de la guerra en la que ella siempre resultaba victoriosa. Ella sabía que cada persona tenía su tiempo hasta que se le acababa y que la misión de Enfermedad era robar tiempo a los humanos. Los gobernantes y expertos de todos los países, ante el incremento desorbitado