Cronoteo tiene alma


No sé si te acuerdas de que Cronoteo, cuando nació, recibió el nombre de Doroteo impuesto por sus padres. Después de una infancia en la que creía en Dios, siguiendo las enseñanzas recibidas, no encontró explicación para esas creencias y adoptó el nombre de Sinteo.

A Doroteo le contaron que tenía un alma inmortal, no sujeta a su cuerpo, por lo que al morir se iría a un lugar de goce y disfrute de la presencia de un Dios o a otro de llanto y crujir de dientes.

El alma podía ser manchada por sus actos en contra de las normas y también lavada (perdonada) si cumplía unos determinados requisitos. Si al morir estaba limpia iría al lugar de goce y si estaba sucia iría al sitio tenebroso. No importaba el resto de su vida; la situación al morir era la que determinaba su destino. Esto no le parecía justo y se convirtió en Sinteo, negando la existencia de Dios y del alma.

Más tarde, pensó que el referente de toda su vida, el marco en el que se desarrollaba, era Tiempo. Su existencia tenía un principio una duración y un final. Por eso, como prueba de respeto a su tiempo y a Tiempo en general, adoptó el nombre de Cronoteo y su estilo de vida.

Cronoteo  no creía en Tiempo como un dios que hacía cosas por él; por el contrario su convicción era que todas sus acciones y pensamientos se realizaban en Tiempo. Reflexionando, llegó a la conclusión de que era cierto que su persona no era sólo materia. Así, admitió que tenía alma. Pero su alma no había sido creada por Tiempo sino que había nacido en él, en su tiempo, y que era un producto inmaterial de su mente.

El alma de Cronoteo era como un contenedor en el que estaban su psique, su personalidad, su consciencia y su subjetividad. Se dio cuenta de que “las facultades del alma” forman parte del ser humano pero no son ajenas a su cuerpo. Están integradas en él y soportadas por él.

Por eso Cronoteo pensaba que su alma no era un soplo divino sino una entidad que:
  • Nace con la aportación genética de los padres;
  • Crece con el desarrollo mental y físico y con el aprendizaje social;
  • Enferma con el mal funcionamiento del cuerpo y de su entorno social y medioambiental; y
  • Muere con su soporte (el cuerpo).

Pero Cronoteo no estaba sólo. Había nacido y crecido rodeado de otros seres humanos que le habían ayudado a convertirse en lo que era. Él solo ni siquiera habría llegado a ser un ser humano. Por eso creía que su alma, la de todas las personas, eran compartidas en cierta forma.

Cronoteo estaba seguro de que la unidad psíquica de la humanidad era evidente y, si esto era así, su existencia era una coexistencia.
Orozco F. 2015


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