La participación ciudadana
¿Cómo participa el ciudadano en la democracia partidaria? ¿Qué elige?
Esta claro que de un modo u otro participa (aunque sólo sea siendo utilizado). Guillermo Sullings en Introducción a la democracia real dice que si la gente participara en la democracia partidaria, tendría voz y voto en la definición de los candidatos. Ademas, se queja de los mecanismos democráticos o "supuestamente democráticos" de los partidos políticos (Marquina, A. 2009:82).
Oscar Cevey en Imágenes para la elaboración de un derecho humano entiende la opción como un acto de liberación; como la facultad de elegir entre distintas alternativas y también de no elegir ninguna de ellas:
"De continuo estamos eligiendo, optando. Aún cuando no elijo, estoy optando. Es una decisión libre si se tiene el conocimiento de las reglas del juego, de las circunstancias, el planteamiento del objetivo de la acción y los medios idóneos del caso para lograrlo. Es un indicador del nivel de la libertad del ser humano y de la sociedad a la que éste pertenece. De este modo, determina la autenticidad de la acción o su falsedad" (Marquina, A. 2009:257)
La situación real es que el ciudadano solo puede elegir entre lo que le ofrecen, que además puede ser negociado por los partidos, a posteriori, en acuerdos para "poder gobernar". Guillermo Sullings (en la obra citada) es muy expresivo y tremendista:
Además hay un problema añadido. El "plato" tiene vida propia y una vez elegido se mezcla sin control del votante con otros "platos" y al final puede que el votante tenga que comerse una mezcla que no le apetece. Los pactos pos-electorales son una prueba más del escaso valor que tiene la elección del votante."Es como si alguien fuera a un negocio de comidas, y en las vitrinas donde las exhiben, solo hubiera dos o tres platos para elegir; y resulta que todos los platos son un asco, pero no hay otra cosa y uno termina llevando el menos repugnante para no morirse de hambre. Nos dejan elegir entre lo que exhiben en la vitrina, pero antes alguien eligió por nosotros que opciones debía contener la vitrina. Esta es una trampa formidable de la democracia formal: elegir entre falsas opciones" (Marquina, A. 2009:81).
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