El padre que parió. La equivalencia social

¿Somos iguales?

Una "sociedad igualitaria", según muchos autores marxistas y feministas, sería aquella en la que las personas son "iguales", es decir, no presentan las desigualdades de clase y de género características de las sociedades antiguas y del capitalismo moderno (Parkin y Stone 2007b: 478).

Esto ha llevado, en una simplificación incomprensible, a decir que todos somos iguales. En algunos discursos se afirma que somos iguales pero diferentes (?) o, iguales pero diversos.

El término "sociedad igualitaria" fue acuñado por Morton Fried en 1967 en The Evolution of Political Society, en la que parte de que la igualdad es una imposibilidad social.

Eleanor Leacock, cuando se refiere a las posiciones de varones y mujeres en las sociedades de bandas, sugiere que ambos eran por igual "autónomos". Prefiere hablar de "autonomía" antes que de "igualdad", porque, según ella, la expresión "igualdad" confunde la semejanza con la equidad (1978: 247).

La imprecisión y contradicción en los términos utilizados me ha llevado a pensar en una "sociedad de equivalencia social".

El concepto de “equivalencia social” engloba, supera y matiza el de igualdad a secas, que se ha vaciado de contenido. El estado de equivalencia social contiene los siguientes conceptos:

• Universalidad: Es aplicable a todos los seres humanos.
• Semejanza: La universalidad tiene sentido porque se considera que todos los seres humanos son semejantes entre sí.
• Igualdad: Todos los seres humanos tienen igual valor. Esto implica igualdad de trato y oportunidades.
• Diversidad: Cada grupo social y cada individuo es portador de rasgos, costumbres y creencias que lo hacen único y diferente. La equivalencia social no puede coexistir con la discriminación por razón de edad, género, sexo, sexualidad, etnia, costumbres o religión.

Uno de los pasos para alcanzar ese estado es que la liberación de los roles de género sea total y efectiva y pasemos a una situación  en la que únicamente exista un género (el género humano). En la "sociedad de equivalencia social"  las personas podrán elegir libremente el rol social que les apetezca y se practicará la ética de la igualdad de valor y oportunidades.

Con esto termina el artículo "El padre que parió". Para una mejor comprensión del contenido sugiero leer las entradas por orden de fecha de publicación:  

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