Interrelación dominio-amor

2.8.4  La interrelación dominio-amor

Los determinantes biológicos de la conducta sexual fueron campo de estudio en la primera fase de la Antropología feminista en la década de 1960 (Lewellen, 2009 [2003], pág. 181). Aunque Fink no analiza esta interrelación no es conveniente olvidar el peso de los determinantes biológicos en el amor entendido como relación sexual (1995 [1979], pág. 211). Por otra parte, la expresión “machismo” hace alusión al sexo biológico del maltratador y no podemos obviar que aunque esta actitud puede estar favorecida por condicionantes culturales la condición biológica no está ausente.

El ser humano no es ajeno al dimorfismo sexual presente en la mayoría de las especies animales. Ted Lewellen en su Introducción a la antropología política lo expresa así:

“Las pruebas psicobiológicas provienen de cuatro fuentes: estudio de uniformidades transculturales comparativas, observaciones de la conducta infantil, comparaciones con primates superiores, y descripciones de características fisiológicas. Una investigación comparativa reveló que, los chicos jóvenes son sistemáticamente más agresivos que las chicas […] Además la observación de niños criados en kibutzs israelíes, donde supuestamente la socialización es la misma para ambos sexos, revelaron que los niños eran más agresivos y competitivos y las niñas eran más "integradoras"[…] Con los primates, todos los mamíferos macho son […] normalmente más agresivos… Los hombres parecen tener mayores potenciales de energía y las mujeres menores tasas metabólicas” (2009 [2003], pág. 188).

Los “determinantes”  biológicos (libido) se dan en individuos que viven en una sociedad concreta que pone condicionantes a esos “determinantes”. Los intercambios de mujeres entre grupos y su rapto tienen un significado diferente en grupos de cazadores-recolectores, pastores o agricultores, en los que se pretende la reproducción del grupo, frente a los raptos de mujeres del llamado Estado islámico que pretenden, además, la reproducción de una ideología.

La cultura práctica establece las normas de comportamiento sexual y de género de los individuos y esto hace que determinados comportamientos “machistas” sean aceptados en algunas culturas (especialmente en los sistemas teocráticos). Sin embargo, en todas las culturas el comportamiento individual es, en definitiva, responsabilidad y elección del propio individuo.

La expresión “machismo” aplicada al comportamiento de los varones, hace alusión a su condición biológica como si fuera un determinante cuando en realidad es condicionada por la cultura práctica en la que están incluidos esos varones. Por otra parte, referirse a las personas maltratadas como víctimas de un tipo de sociedad (patriarcado, por ejemplo) supone liberar de culpa a un individuo que está incumpliendo las normas de su cultura (en el caso de la occidental del siglo XXI en la que impera el humanismo).

La expresión “violencia machista” hace referencia a la “violencia de género” ejercida por los varones sobre las mujeres, tanto por presiones de una cultura como por decisiones individuales de algún “macho”, siendo la preferida por grupos feministas en su reivindicación de igualdad de derechos. Pero, bajo el título de esta entrada están comprendidos todos los actos de violencia comprendidos en el ámbito de la interrelación dominio-amor: varón/mujer, padres/hijos, estirpe… con lo que me estoy refiriendo a la “violencia parental” o violencia que se da entre personas unidas por una relación de parentesco. Una posible definición sería:

Violencia física o psíquica que se produce entre personas unidas por una relación de parentesco de consanguinidad o afinidad (incluida la de hecho). Este tipo comprende la ejercida por ascendientes, descendientes y colaterales así como por aquellos que están unidos por una relación emocional afectiva de hecho o de derecho. Casos particulares son: la violencia de género y la violencia sexista (“violencia machista” y “violencia hembrista”). Una circunstancia que suele concurrir es la cohabitación entre maltratador y maltratado.

En facebook es frecuente encontrar alusiones a la “violencia machista” especialmente en páginas de grupos feministas. Las expresiones más utilizadas son: “barbarie machista”, “feminicidio”, “machismo ni en broma”, “machismo maltrata y mata” y “ni una menos”. Los restantes actos de “violencia parental” tienen escasa visibilidad.

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