2.1. Generalidades Fink entiende que el ser humano es esencialmente trabajador, jugador, amante, luchador y mortal. Los contenidos elementales de su “vida” son trabajo y amor, juego y dominio, pero esta vida es finita y está ensombrecida por la muerte (2009: 58). Muerte, trabajo, dominio (o lucha), amor y juego son fenómenos autónomos e irreductibles unos a otros pero que ejercen una profunda influencia mutua entre sí. Son, también, los grandes núcleos que aglutinan la actividad cultural del ser humano. Todos los grupos humanos regulan estos cinco ámbitos que constituyen escenarios en los que se plasma su cultura (San Martín 2010: 298). Fink afirma que los fenómenos fundamentales existenciales no son únicamente modos de ser de la existencia humana sino que, además, son modos en los que el humano se comprende a sí mismo como mortal, trabajador, luchador, amante y jugador y desde estas condiciones pretende interpretar el mundo que le rodea (1995: 223). VER CONT