Interrelación muerte-amor
La muerte separa pero el amor une y asocia. Para Fink, el ser humano siempre estará sometido a la muerte pero siempre se renovará la existencia “desde los milagros del amor” (1995 [1979], pág. 233). El amor reproductivo es la forma humana de superar la muerte: "en el amor de hombre y mujer palpita el anhelo de inmortalidad" (1995 [1979], pág. 214).
La procreación y el nacimiento suponen la derrota de la muerte y convierten a la especie humana en inmortal en “la permanente renovada reiteración en el hijo y en los hijos de los hijos” que se convierte en una copia humana del cósmico ‘eterno retorno de lo mismo’, pensado por Nietzsche” (Fink, 1995 [1979], pág. 218).
La expresión “morir de amor”, tan utilizada en las canciones y en la literatura, es algo más que una desgarradora declaración romántica de quebranto del alma. Hoy se reconoce que la pérdida del ser amado incide en la probabilidad de muerte anticipada de la persona que ha enviudado, pero también que el tiempo “cura las heridas”.
En facebook es fácil encontrar fotos de familias en las que aparecen varias generaciones con las que se da testimonio de la continuidad de la vida; también alguna empresa que utiliza la expresión “morir de amor” para vender sus productos.
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