Rasgos esenciales del juego
2.7.2 Rasgos esenciales del juego Al referirme a la necesidad del juego ya he adelantado dos de los rasgos esenciales como son: su capacidad de producir catarsis y la de ocupar el vacío del tiempo de ocio. Fink y sus seguidores afirman que el juego es autotélico, es decir, “tiene su finalidad y su sentido en sí mismo” (1995 [1979], pág. 224), sin embargo ya hemos visto que Monod afirma que obtiene resultados aunque no sean buscados (es teleonómico). Los rasgos más evidentes del juego son su carácter festivo y por la felicidad obtenida en el ámbito de la fantasía. El carácter festivo viene dado por su realización fuera del tiempo de trabajo. La felicidad la proporciona el que se trata de una actividad deseada, libremente elegida y que podemos interrumpir cuando lo deseemos. Por último, su capacidad abarcadora, es decir, “de jugar no sólo a trabajo, lucha, amor y muerte, sino también al juego” (Fink, 1995 [1979], pág. 259), lo convierte en un espejo de la vida re