Cronoteo y la felicidad
Cronoteo pensaba que, si Epicuro estaba en lo cierto cuando afirmaba que adorar a los dioses es una pérdida de tiempo ya que no hay existencia después de la muerte y que la felicidad es el único propósito de la vida, el sufrimiento en vida para alcanzar la felicidad eterna era un sinsentido.
Cronoteo quería saber qué es la felicidad y fue sumergiéndose en fuentes de verdad fiables que le contaron lo siguiente:
- El ser humano experimenta, en su cuerpo, la felicidad en forma de sensaciones placenteras y fugaces por contraposición a las desagradables (dolor), más que por acontecimientos del mundo en sí mismos. Por eso la felicidad eterna es una felicidad ilusoria (no hay cuerpo que la experimente).
- Así, una definición comúnmente aceptada de felicidad es: sensación de bienestar subjetivo que se manifiesta en forma de placer inmediato (estoy feliz) y satisfacción a largo plazo con el modo en que se desarrolla la vida del sujeto (soy feliz).
- La sensación de felicidad va acompañada por un aumento de los niveles de ciertas hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina. Estos niveles son relativamente constantes en cada persona, variando entre individuos el margen entre los niveles máximo y mínimo, siendo este el umbral del sufrimiento.
- La evolución ha seleccionado individuos con un nivel de felicidad intermedio con altos niveles fugaces siempre deseados y buscados aunque insostenibles. Es decir la felicidad tiene un techo de cristal.
- Este techo de cristal está soportado por dos columnas, una psicológica y otra biológica. En el plano psicológico la felicidad depende de expectativas y, cuando se alcanza un nivel deseado, siempre aparece la expectativa de alcanzar uno superior. En lo biológico, hay un nivel máximo posible y soportable de hormonas para cada cuerpo. Esto lleva a algunos a buscar la felicidad química por medio de drogas con desastrosas consecuencias (es fugaz, adictiva y destructiva para el individuo).
- El juego ha sido descrito por algunos como un oasis de felicidad, como un medio de evadirse de la dolorosa realidad. Quizá por eso se afirma que la jubilación es una etapa de la vida dedicada a la felicidad (el tiempo que antes se dedicaba al trabajo ahora se dedica al juego). El sufrimiento y la felicidad son problemas perpetuos de la existencia humana. Los existencialistas consideran que la infelicidad es esencial en el ser humano (conciencia infeliz, angustia vital) y que la muerte supone una liberación del sufrimiento. También que el sufrimiento es el fondo desde donde surge la felicidad anhelada por los humanos.
Cronoteo entendía la afirmación del budismo de que la búsqueda constante de la felicidad produce frustración y el consiguiente sufrimiento. Por eso aceptaba y disfrutaba los numerosos momentos de felicidad, como la vista de un paisaje, la sonrisa de un niño, las palabras amables de otra persona, las caricias de los seres queridos, el juego con una mascota, la lectura de una poesía y tantas y tantas cosas que nos pasan desapercibidas cuando nos distraemos buscando solución a muchos problemas que no siempre la tienen. Con esto y con su austeridad conseguía el placer inmediato. Para obtener satisfacción a largo plazo se preguntaba cuál era el sentido de su vida y cómo podía dar sentido a su vida.
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