Cronoteo y su libertad
Cronoteo estaba, un día, parado frente a una luz roja que le “impedía” pasar. Él había salido a pasear porque le apetecía. Como vivía en una democracia liberal su libertad era sagrada y, en teoría, podía hacerlo. Pero aquella luz roja estaba limitando su libertad. Se percató de que su día a día estaba repleto de recomendaciones, órdenes y mandamientos siempre acompañados de reprimendas, sanciones y hasta castigos eternos. Así que se preguntó: ¿soy libre? Buscó respuestas y encontró las siguientes: Hace unos 10.000 años la Revolución agrícola neolítica favoreció el desarrollo de las religiones teístas. Esto supuso el sometimiento de la voluntad de los humanos a la de sacerdotes intolerantes y gobernantes investidos de autoridad divina y de la conducta a rígidas tradiciones. La Revolución científica del siglo XVIII supuso el nacimiento de las “religiones” humanistas. Ahora con el relato liberal, las personas eran libres para pensar por sí mismas y su libertad era sagrada. El huma